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El Coliving, la nueva tendencia para compartir espacio

El surgimiento del coworking dio vida a una nueva forma de vivir y trabajar, se trata del coliving, sistema habitacional que privilegia los espacios comunes para lograr intercambio de experiencias entre sus residentes y optimización de recursos.

La búsqueda por nuevos espacios de residencia a un costo menor y que permitan interconectarse con otros profesionales inspiraron el concepto del coliving, una tendencia inmobiliaria especialmente pensada para jóvenes y emprendedores con una opción para vivir y trabajar con múltiples beneficios. Este tipo de edificios surgió por primera vez en Silicon Valley, al enfrentarse a la masiva llegada de jóvenes profesionales, quienes se encontraban con serias dificultades para encontrar espacios habitacionales bien ubicados y adecuados a sus necesidades.

Frente a la imagen de grandes bloques de edificios en los que nadie conoce a sus vecinos y prima la independencia, cada vez surgen más iniciativas que buscan retomar la idea de comunidad. De barrio. Grupos de vecinos que comparten su tiempo de ocio, se prestan favores y fomentan la economía colaborativa. En ocasiones, estos movimientos van aún más allá y se integran también en el trabajo y la vivienda. Hace años vimos aparecer los coworking, espacios en los que profesionales comparten oficina sin importar que su actividad o su nivel de ingresos sean diferentes. Esta idea de comunidad ha dado un paso más con la aparición de los coliving. En estos espacios no solo se comparte una conexión a internet y mesas de trabajo, sino que profesionales de diferentes sectores trabajan, conviven y hacen vida social.

Entre las características de este tipo de edificio es que cuentan con departamentos de pocos metros cuadrados, con amueblado ergonómico, cocina americana y baño. Es decir, contar con toda una casa en 17 a 20 metros cuadrado. Por lo general, los coliving aúnan salas de trabajo (individuales o compartidas) con habitaciones, baños, cocinas y espacios de ocio. Gimnasios, mesas de ping-pong, televisiones, barbacoas o piscinas son elementos bastante comunes. Servicios para que tanto la vida personal como la social puedan combinarse sin salir del mismo lugar.

El objetivo está en cumplir las expectativas de las nuevas generaciones, que dan más importancia a las experiencias que a poseer una propiedad. Tampoco se puede olvidar que cada vez abundan más los empleados que trabajan en remoto, los freelancers o los emprendedores, que dan importancia a su red de contactos para hacer negocios, aprender y divertirse. Todos ellos buscan convivir en una comunidad de personas con intereses y estilos de vida afines. Los coliving permiten, además, sacar todas las ventajas al nomadismo digital. Sus dependencias suelen estar llenas de jóvenes (y no tan jóvenes) que pueden trabajar desde cualquier lugar del mundo gracias a un ordenador con conexión a internet. La mayoría son trabajadores del sector digital. Programadores, profesionales del marketing online, periodistas, traductores, bloggers, diseñadores…

¿La idea? Aprovechar al máximo los recursos y los tiempos de cada residente, y aprovechar los espacios para networking. Una tendencia que revolucionó el mercado inmobiliario a nivel internacional, convirtiéndose en un éxito en países como Inglaterra, Estados Unidos, Europa, China, Singapur, entre otros.

Teniendo en cuenta estas perspectivas, es lógico que los coliving se presenten como una oportunidad para perfilar una nueva forma de vivir principalmente en las ciudades, aunque también en los núcleos rurales. Si bien es cierto que en España todavía son una realidad emergente, están llamando la atención de inversores y promotores inmobiliarios, que los ven como una alternativa a formas de arrendamiento residencial más tradicionales.

 

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